Le pedí fuerza para poder seguir hacia delante,
y el susurro de su profunda voz me respondió:
No te la puedo dar, la fuerza solo está en ti.
Le dejé mil ofrendas para que me indicara el camino,
y el susurro de su profunda Voz me exclamó:
No me ofrendes nada, el camino solo está en ti.
Para honrarlo le canté todos los mantras y canciones,
y el susurro de su misteriosa voz me murmuró:
No me cantes nada, mejor escucha el canto que te estoy cantando a ti.
Me fundí en su Bendita Presencia,
y desde entonces, Él Canta a través de Mí.
¬Arnau de Tera
Photo By Andressa Voltolini /Unsplash
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