Las cosas que no duran mucho son las más hermosas:
una estrella fugaz, los fuegos artificiales…
Justamente porque carece de “yo” son más hermosas.
¿Qué tiene que ver un «yo» con unos ojos bellos?
Quiero contemplar tus hermosos ojos aun cuando sepa que no durarán,
aun cuando sepa que carecen de yo.
Tus ojos son hermosos,
son conscientes de que son impermanentes
pero
¿Qué tiene de malo la impermanencia?
¿Podría existir algo sin impermanencia?
Así, aunque tus ojos sean impermanentes
aunque no sean tú,
siguen siendo hermosos
y quiero contemplarlos,
quiero disfrutar mirándolos mientras esté ahí.
Sabiendo que tus ojos son impermanentes disfruto de ellos,
sin intentar hacerlos durar para siempre
sin intentar retenerlos, grabarlos, ni hacerlos míos.
Amando tus ojos permanezco libre.
¬Thich Nhat Hanh
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