No te aflijas: la belleza volverá a encantarte con su gracia;
tu celda de tristeza se trocará en un jardín de rosas.

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No te aflijas: tu mal será trocado en bien;
no te detengas en lo que te inquieta,
pues tu espíritu conocerá de nuevo la paz.

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No te aflijas: una vez más la vida volverá a tu jardín
y pronto verás, ¡oh cantor de la noche!
una corona de rosas en tu frente.

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No te aflijas si, algún día, las esferas del cosmos
no giran según tus deseos,
pues la rueda del tiempo no gira siempre en el mismo sentido.

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No te aflijas s, por amor,
penetras en el desierto y las espinas te hieren.

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No te aflijas, alma mía,
si el torrente del tiempo arrastra tu morada mortal,
pues tienes el amor para salvarte del naufragio.

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No te aflijas si el viaje es amargo,
no te aflijas si la meta es invisible.
Todos los caminos conducen a una sola meta.

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No te aflijas, Hafiz,
en tu rincón humilde en que te crees pobre,
abandonado a la noche oscura,
y piensa que aún te queda tu canción y tu amor.

 

¬Hafiz

 

* Photo by Francisco González  |  Unsplash

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