Deja que tu mente se relaje. Deja que se relaje y se expanda hasta llegar a fundirse con el cielo que te rodea…
Entonces date cuenta de que las nubes flotan en el cielo y de que eres consciente de ellas sin necesidad de realizar esfuerzo alguno. Los sentimientos flotan en el cuerpo y eres consciente de ellos. Los pensamientos flotan en la mente y también te das cuenta de ellos. La naturaleza flota, los sentimientos flotan, los pensamientos flotan… y tú eres consciente de todo ello.
Ahora dime:
¿Quién Eres Tú?
Tú no eres tus pensamientos, porque te das cuenta de ellos; no eres tus sentimientos, porque te das cuenta de ellos, y tampoco eres cualquiera de los objetos que puedes ver, porque te das cuenta de ellos. Algo en ti se da cuenta de todas esas cosas.
Dime:
¿Qué es lo que hay en ti que sea consciente de todo?
¿Qué hay en ti que ahora mismo esté despierto?
¿Qué hay en ti que siempre está completamente presente?
¿Qué hay en ti que ahora mismo sea consciente
sin realizar esfuerzo alguno de todo cuando acontece?
¿No reconoces acaso esa infinita conciencia testigo?
¿Qué es ese Testigo?
Tú eres ese Testigo ¿no es así?
Tú eres el Veedor puro, la Conciencia pura, el Espíritu puro que contempla con ecuanimidad todo lo que aparece instante tras instante. Tu conciencia espaciosa, abierta, vacía y cristalina que registra todo lo que aparece.
Ese mismo Testigo es el Espíritu interno contemplando el mundo que creó. Ve pero no puede ser visto, oye pero no puede ser oído y conoce pero no puede ser conocido.
Es el Espíritu mismo que ve con tus ojos, habla con tus labios, oye con tus orejas y coge con tus manos.
¿Cuándo reconocerás este sencillo secreto
y despertarás de la más angustiosa de las pesadillas?
Si puedes ver las palabras escritas en esta página, el Espíritu está por completo presente, mirando a través de tus ojos. Si puedes sentir el libro que sostienes entre las manos, el Espíritu está por completo presente sosteniendo el mundo en sus manos. Si puedes oír el canto de ese pájaro, el Espíritu está por completo presente escuchando esa canción.
No puedes ver ese Espíritu, porque es el que está mirando, no puedes ver ese Espíritu, porque es el que está percibiendo y no puedes descubrir ese Espíritu, porque es el que realiza todos los descubrimientos. Si entiendes esto, será el Espíritu quien lo entienda y, si no lo entiendes, también será el Espíritu quien no lo entienda.
Lo entiendas o no, Ese es el Espíritu.
Éste es el sorprendente secreto último que lentamente empieza a emerger: la mente iluminada ―el Espíritu puro― no es difícil de alcanzar, sino imposible de evitar.
¿Crees acaso que sería posible estar sin ese Espíritu
que ahora mismo está leyendo esta frase?
¬Ken Wilber
* Libro: La Pura Conciencia de Ser
* Photo by Alexei Scutari
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